lunes, 20 de abril de 2009

Siempre digo, no volveré a dormir sin calcetines. Pero aunque no me meta sin ellos en la cama, cojo los más olgeros, porque se que con las horas se irán quedando en otros pies. Luego me quejo de que mi garganta escuece.

Y cuando más intento en olvidarte y en lo mucho que me jodes la vida, haces algo que me sorprende, no propio de ti, pero que hace que mis lágrimas salgan a presión a la vez que suelto una carcajada. Y es que un mensaje inesperado tuyo es para otra persona 100 toques al día.

Harta de 4 paredes, de plumas moradas que pesan. Quiero vivir sin mirar el tiempo, salir aunque solo sea por andar, sentir como pica el sol en mis mejilla con una taza de colacao en mis manos. El sexo oral, sin "ayudas" es lo mejor que hay.

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