lunes, 23 de marzo de 2009

Y aquí estoy, calculando las horas que me quedan para volver a arrancar, pero sin poder cerrar los ojos. La garganta me escuece, la cabeza me palpita, y los ojos se resisten a parpadear, por culpa de las lagrimas, ahora ya secas. Pero es que me da tanta rabia que no me conozcan, ni siquiera las personas que mas quiero que lo hagan. ¿Tan sencilla soy? ¿mi ritmo se resume a dos cosas? ¿que hay de todo lo que guardo dentro? crei que lo mostraba, pero nadie lo ve, ¿o sólo que no lo ve quién quiero que lo haga? ¿Que debo hacer? ¿intentar mostrarlo con más enfasis? o quizas pasar de todo....

Que mal sabe el arrepentimiento, tiene un sabor agrio en algún lugar de la lengua. El control no es algo que vaya conmigo, eso creo que si lo saben. Una vez más me enciendo, chillo, pego, lloro, como una niña. Y siempre me arrepiento, la proxima vez, más calma, ¿de que sirve intentarlo?? y mira que pongo de mi parte.

Para que luego se diga que solo hago un par de cosas, hoy ya llevo tres, y por dentro 100.

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