jueves, 15 de enero de 2009

7 a.m


Aún se puede oler las mezclas de pintura en mi pelo. Olores que dibujan bosques tenebrosos, arbustos y cabeceros de camas. El chasquillo de mis zapatillas a paso liguero contra el asfalto mojado, es el único sonido que se escucha en la penumbra. Salgo de la penumbra y percibo más colores, más sonidos, pero ningun olor, o almenos el frío no me deja sentirlo.



¿El mundo se mueve a estas horas? ¿cómo es posible? Sigo caminando, pensando en los movimientos que voy hacer dentro de 5 minutos. Abriré la mochila, cogeré los cascos y miraré por el cristal. Pero los movimientos puede cambiar, se pueden convertir en conversaciones e incluso en risas!!! Nunca pensé que me reiría tan temprano!



Ahora parece que el mundo lo asume, si, hay que arrancar. Más sonidos, más colores, pero el único color que no cambia es el de arriba. Aún es hora de dormir.

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